Puente del Milenio y sus curiosos chicles

El Puente del Milenio en Londres, es conocido no solo por su diseño elegante, sino también por los cientos de chicles pegados en su superficie

Lo que comenzó como un simple acto de vandalismo se ha transformado en una especie de arte urbano, convirtiéndose en un punto de interés peculiar para muchos visitantes. Los chicles comenzaron a aparecer en el Puente del Milenio poco después de su apertura en el año 2000.

Con el tiempo, en lugar de ser simplemente basura, muchos de estos chicles han sido transformados en pequeñas obras de arte por parte de los transeúntes y artistas locales. Esta «galería» improvisada ahora cuenta con chicles pintados que muestran desde patrones abstractos hasta pequeños dibujos, lo que ha convertido una práctica inicialmente irrespetuosa en una especie de tradición turística no oficial.

Uno de los artistas más conocidos asociados con este fenómeno es Ben Wilson, apodado el «Gum Artist». Wilson ha ganado notoriedad por su enfoque inusual de convertir los chicles aplastados en coloridas miniaturas de arte. Su trabajo en el Puente del Milenio ha dado una nueva vida a lo que de otro modo sería considerado basura, atrayendo la atención de turistas y medios de comunicación.

Aunque la práctica de pegar chicles en el puente es técnicamente vandalismo, la intervención artística de Wilson ha generado un debate sobre la naturaleza del arte urbano y su lugar en los espacios públicos.

A pesar de su atractivo, los chicles en el Puente del Milenio presentan un desafío para el mantenimiento de la estructura. El proceso de eliminación es costoso y laborioso, ya que los chicles deben ser removidos cuidadosamente para no dañar la superficie del puente. Sin embargo, dado el interés que han despertado, las autoridades locales han adoptado una actitud algo permisiva, permitiendo que algunos de estos chicles artísticos permanezcan como parte del paisaje urbano, siempre y cuando no se conviertan en un problema mayor para la limpieza.

Las creaciones, a menudo del tamaño de una moneda, son representaciones de objetos cotidianos y figuras célebres. Se utilizan técnicas como acrílico, pintura en aerosol y lápices de colores. Wilson, un artista autodidacta, ve en estos chicles una oportunidad para reflexionar sobre la contaminación y el desperdicio. A través de sus obras, se inspira a otros a encontrar belleza en lo ordinario.

Sin embargo, la práctica de pegar chicles en el puente también ha sido criticada por ser antihigiénica y contaminante. La goma de mascar puede ser difícil de quitar, y puede acumular bacterias y otros contaminantes.

El Ayuntamiento de Londres ha tomado medidas para disuadir a la gente de pegar chicles en el puente. El Ayuntamiento ha instalado carteles que advierten sobre las consecuencias de pegar chicles, y ha contratado a personal para limpiar el puente. Sin embargo, la práctica sigue siendo común.

Consejos para los visitantes

Si estás planeando visitar el Puente del Milenio, ten en cuenta que aunque es fascinante ver estas pequeñas obras de arte, es importante ser respetuoso con el espacio público. Disfruta de la peculiaridad de los chicles pintados, pero evita contribuir a este fenómeno pegando chicles nuevos. En su lugar, puedes admirar la creatividad que ha surgido espontáneamente y reflexionar sobre cómo incluso los objetos más cotidianos pueden ser transformados en algo visualmente interesante

El futuro de los chicles del Puente del Milenio

En 2023, el Ayuntamiento de Londres comenzó a realizar obras de reparación en el Puente del Milenio. Las obras incluyen la limpieza de los chicles del puente. Wilson ha expresado su esperanza de que sus obras puedan ser preservadas, pero no está claro si esto será posible.

En el pasado, se han realizado intentos de limpiar los chicles del puente, pero resultaron en vano debido a que los visitantes persistieron en dejar sus chicles en la estructura. Algunos consideran esta práctica como una forma de arte callejero o una manifestación de la creatividad de la ciudad, mientras que otros la perciben como vandalismo y falta de respeto hacia el patrimonio urbano.

A pesar de los desafíos, como las reparaciones del puente que amenazan su trabajo, Wilson continúa defendiendo la preservación de estas singulares piezas de arte urbano. Su labor no solo ha captado la atención mundial, sino que también ha generado conciencia ambiental.

Si decides visitar el Puente del Milenio durante tu viaje a Londres, te recomendamos que aprecies esta peculiaridad con una mentalidad abierta y curiosa. Si bien es cierto que pegar chicles en un monumento público no es la forma más adecuada de expresarse, el fenómeno de los chicles del Puente del Milenio es, sin duda, un ejemplo de cómo la cultura urbana puede sorprendernos y tomar rumbos inesperados.

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Los chicles del Puente del Milenio en el mapa

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