Minimundus Austria: una vuelta al mundo en miniatura en Klagenfurt

Minimundo (o Minimundus), en Klagenfurt, Austria, es una joya inesperada que vale la pena visitar si estás por la zona, especialmente si viajas en familia, con niños o simplemente tienes curiosidad por el mundo en miniatura. Este parque al aire libre reúne más de 150 maquetas fieles a escala de monumentos, edificios históricos y maravillas arquitectónicas de todo el planeta.

Lo que más sorprende es el nivel de detalle: desde la Torre Eiffel hasta el Taj Mahal, pasando por catedrales, trenes en movimiento, y hasta réplicas de cohetes espaciales. No es un parque de atracciones tradicional, sino más bien un museo lúdico al aire libre, donde puedes «viajar» alrededor del mundo en una tarde.

¿Merece la pena? Si te gustan los lugares diferentes, tranquilos, fotogénicos y con un enfoque educativo, definitivamente sí. Es ideal para un día relajado, para aprender en familia o simplemente para disfrutar de algo fuera de lo común. Además, el entorno natural que lo rodea en Carintia es precioso, y puedes combinarlo con otras actividades cerca del lago Wörthersee.

No es un destino que justifique un viaje entero por sí solo, pero si estás en Austria o pasas cerca de Klagenfurt, añadirlo al itinerario es una gran idea. Y si eres fan de la arquitectura, la ingeniería o los viajes… te va a encantar.

Visité Minimundo sin demasiadas expectativas, casi por casualidad, como parte de una ruta por el sur de Austria. Y me sorprendió. Es uno de esos lugares que te hacen sonreír constantemente. No tanto por la espectacularidad, sino por la ternura y el cuidado con el que está hecho todo.

Lo recorrí con calma, y me encontré reconociendo lugares que ya había visitado en tamaño real: el Coliseo, el Puente de la Torre de Londres, la Estatua de la Libertad. Fue como revivir esos viajes en miniatura. También me sorprendió lo entretenido que es ver los trenes eléctricos pasar entre maquetas o los niños fascinados tocando botones que activan sonidos o luces.

Lo que más me gustó fue que no había multitudes. Es un espacio tranquilo, bien cuidado, muy limpio y lleno de rincones curiosos. Si te gusta la fotografía, vas a querer hacer fotos a cada modelo. Si vas con niños, es una opción educativa y divertida. Y si vas solo, como fue mi caso, también se disfruta mucho como paseo contemplativo y relajante.

¿Lo recomiendo? Sí. No es un “must” turístico a nivel global, pero es un lugar con alma. Y a veces, eso es justo lo que necesitas encontrar en un viaje.